sábado, 13 de febrero de 2010
La paz que hás elegido, es peor que mi guerra!
Noviazgos que no clausuran, posibilidades de regresar.. ¿A qué? Necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijieron, silencios que lo invadieron. Así puedes enfrentarlos ya y ahora, házlo! Sino, déjalo ir, cierra capítulos. Díte a tí mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia, sino porque tú ya no encajas allá, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio; tú ya no eres el mismo que se fue hace dos días, hace tres semanas, hace un año, por lo tanto no hay nada a qué volver. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir; porque cuando vos viniste a este mundo llegaste sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir ♥
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